sábado, noviembre 25, 2006

Resultase que lo acaecido en los últimos días me ha dado mucho de donde cortar para madurar, creer, no creer, pensar, alucinar y demás mal viajes y cavilaciones.
Entre que es mi última semana de clases en mi penúltimo semestre de la carrera, temporadas fuertes en el trabajo por acercarse el fin de año y preocupaciones de vanidad y egocentrismo.

Puedo presumir que mi familia es la más chingona, la cosa más hermosa que la vida me puede haber dado, y mi hermano un ser que voy descubriendo que me sorprende cada día más.

Siguen las amistades efímeras que tratan de ganarme con eufemismos triviales y pueriles pero soy muy buena para zafarme de las mismas y ubicar las mejores.

Una persona dijo algo así como:

“Hay mujeres que nacimos para ser esposas. . . y otras que nacieron para ser queridas”

Pues yo ni nací para ser esposa, ni para ser querida. Creo que nunca voy a terminar de descubrir para que nací hasta el día en muera. Hasta el momento se que nací para querer, para reír, para llorar, para disfrutar, conocer, experimentar, fallar, caer, levantarme, para todas esas cosas cotidianas que disfruto aun si no son precisamente lo que uno espera.

Y además, todo lo malo, cuando estás conmigo, deep down inside me todo hace que valga la pena. . .

1 Comentarios:

Blogger jjoorrggee dijo...

deep down inside you... wow.. genial q haya quien (o lo que?) hace que todo valga la pena..... saluuudooooooooooooos

8:41 p.m., noviembre 28, 2006  

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